Los nuevos descubrimientos de gas natural offshore siguen confirmando el gran potencial gasífero que tiene el Caribe colombiano. Si bien estos históricos resultados parecieran brindar un escenario optimista sobre el futuro energético del país, son innumerables los retos que existen en la actualidad para lograr el fortalecimiento de una industria costa afuera, que apalanque la transición energética.
Con la incertidumbre del desabastecimiento de gas para los próximos años, a cuestas, las restricciones en el sector industrial de la costa Caribe, y el agravante de la reducción en las estimaciones, que aumentan las posibilidades de tener que recurrir a la importación, se hace indispensable continuar la reactivación de la exploración y producción de gas en áreas continentales y costa afuera, así como la adjudicación de nuevos bloques.
El país tiene reservas de gas para 7,2 años, según la Agencia Nacional de Hidrocarburos (ANH), qué más advertencia que esta, para multiplicar la exploración y explotación en las nuevas provincias gasíferas. Durante años hemos sido conscientes del potencial que tiene Colombia, sin embargo, aquí seguimos bajo la amenaza del fantasma del apagón, con serias dudas en términos de seguridad y confiabilidad energética.
La disminución en la perforación de pozos exploratorios informada por la Cámara Colombiana de Bienes y Servicios de Petróleo, Gas y Energía (Campetrol) alerta acerca de lo que podría convertirse en una tendencia en la industria. De acuerdo al último reporte, la actividad de taladros petroleros activos registró una caída del 25%, 39 menos que el año pasado. Por otro lado, preocupa la advertencia lanzada por la Unión Sindical Obrera (USO) de Ecopetrol, sobre la caída en las inversiones en el negocio de petróleo y gas. No estamos para arriesgar.
De nada sirven los hallazgos costa afuera, si no se amplía el rango de exploración para nuevos descubrimientos, se refuerza la actividad exploratoria, se invierte en sísmica, se logra la coordinación de las entidades gubernamentales involucradas en los procesos de trámites ambientales y se trabaja por garantizar las condiciones para el desarrollo responsable y sostenible de estos nuevos recursos.
Se requiere de una capacidad institucional robusta que respalde los procesos, brindando seguridad jurídica y regulatoria a las compañías extranjeras interesadas. Resulta indispensable una fuerte estrategia de reactivación de la exploración y producción costa afuera para que se pueda lograr ese aumento significativo que se necesita en el nivel de las reservas, para mantener la autosuficiencia de hidrocarburos y la seguridad energética del país.
Hemos sido testigo de como los años de retrasos que tenemos en la implementación de nuevos proyectos de exploración y producción, el aplazamiento y la cancelación de proyectos, le han pasado una alta factura al desarrollo y la competitividad de la economía colombiana, que hoy reclama un crecimiento sostenible de la industria petrolera y gasífera. Ya es hora que los hallazgos costa afuera se traduzcan en un aporte real del sector para el equilibrio fiscal, la inversión social y el desarrollo de las comunidades vulnerables.
Publicada en: La República