Revés tras revés ha presentado el trámite de la licencia ambiental del proyecto Regiotram de Occidente, que por segunda vez recibió la negativa de la Autoridad Nacional de Licencias Ambientales (Anla), decisión que amenaza su entrada en operación, y que genera dudas acerca de la posición de la Entidad frente a la Transición Energética.
Se trata de nada menos que el primer tren completamente eléctrico del país, que conectará a los municipios de Facatativá, Funza, Madrid y Mosquera con Bogotá, movilizando a más de 125.000 pasajeros al día, quienes tendrán una reducción de tiempos de traslado de hasta 80 minutos. Además de contribuir al mejoramiento de la calidad del aire, el proyecto se enfoca en aprovechar los recursos de la región, conservando espacios naturales y preservando la biodiversidad. Por su impacto económico, social y en el medio ambiente, es uno de los megaproyectos más ambiciosos y esperados por los cundinamarquenses, la representación de una oportunidad única en términos de mitigación climática, transporte masivo, generación de empleo y calidad de vida.
Ignorando las bondades del proyecto férreo sostenible, y los riesgos a los que se expone, la Autoridad de Licencias Ambientales, después de 11 meses de presentada la solicitud de la licencia, anunció el archivo definitivo del trámite porque a su juicio no fueron atendidos requerimientos técnicos como la falta de coordenadas exactas de intersecciones, falta de información sobre delimitación del área afectada, calidad del aire, discrepancias en la descripción del proyecto y los resultados del análisis de ruido, entre otras deficiencias, las cuales podrían haberse corregido con la solicitud de información adicional.
Esta semana, en debate de control político realizado en la Comisión Quinta del Senado, el Gobierno Nacional informó que son muchos los proyectos de infraestructura destinados a garantizar la transición que no logran cumplir adecuadamente los requisitos de licenciamiento ambiental. El número de proyectos con licenciamiento, pero sin actividad efectiva también es alarmante, y existe el riesgo de que las licencias ambientales venzan, generando retrasos y complicaciones para reiniciar los proyectos.
La transición hacia fuentes de energía renovable es crucial para asegurar un futuro sostenible en Colombia. Sin embargo, nos enfrentamos a obstáculos que impiden su avance y materialización. Debemos replantearnos el trámite de licenciamiento ambiental, es necesario que se permita la adición de información relevante durante el proceso para evitar inconvenientes. Además, es fundamental examinar a fondo la labor de los consultores, evitando que prolonguen innecesariamente los procesos, debiendo además garantizar que las empresas de consultoría cuenten con certificación y la experiencia necesaria.
Estos proyectos son vitales para el país y su desarrollo sostenible. Ejemplos como el Regiotram, el único tren eléctrico, son fundamentales para mejorar la calidad de vida de las personas, especialmente en lugares como Cundinamarca, donde se enfrentan largas horas de viaje en autobús.
Solicitamos al Gobierno Nacional trabajar en equipo para hacer realidad este sueño del Regiotram de Occidente. Así mismo, exigimos al Ministerio de Ambiente y a la Anla, mayor proactividad y apoyo en los procesos de licenciamientos. ¡Que dejen de ser un obstáculo para el desarrollo de la transición energética y la movilidad eléctrica del país!.
Publicado en: La República