MINIMICEMOS LOS RIESGOS DURANTE LAS FESTIVIDADES

lunes, 07 de diciembre de 2020 a las 07:00 AM Columnas

Hoy 7 de diciembre además de encender una vela por todos aquellos que ya no están con nosotros, para recordarlos y mantener viva su memoria, pidámosle a Dios que ilumine nuestro camino en estos tiempos. Que en medio de las celebraciones de esta temporada de navidad, los colombianos mantengamos la sensatez y la prudencia, respetando las medidas que se establecieron para prevenir nuevos contagios durante las festividades.

Con la irrefutable evidencia de que en los encuentros sociales está el mayor riesgo de propagación del virus, es vital que durante las celebraciones que se avecinan, rechacemos la realización de eventos con aglomeración de personas. Las reuniones familiares deben ser moderadas, sin exceder el número de asistentes permitidos y cumpliendo con las medidas de bioseguridad. Hay que procurar reducir al máximo el contacto físico, ya volverán los tiempos de los fuertes abrazos.

En este punto de la pandemia, en el que varios municipios presentan cifras en aumento, no podemos bajar la guardia y abrirle la puerta de nuestras casas a este virus mortal. El momento de alta vulnerabilidad en el que nos encontramos y los nuevos riesgos que supone la temporada de fin de año, nos exige un comportamiento responsable, a nivel individual y colectivo.

Las reglas de aislamiento selectivo y distanciamiento individual establecidas por el Gobierno Nacional en el decreto 1550, para el mes de diciembre y mitad de enero, se complementan con las medidas decretadas por cada ente territorial, de acuerdo al panorama de contagios que se está presentando en cada cuidad o municipio. Sin embargo, el conjunto de acciones individuales en todo el territorio nacional será la clave para que salgamos lo mejor librados en esta temporada.

La vigilancia y monitoreo constante por parte de las administraciones municipales y departamentales es fundamental para evitar un posible rebrote del Coronavirus en las distintas regiones del país. El desafío es no bajar la guardia y recordarnos en todo momento que estamos en medio de una pandemia.

Uno de los mayores enemigos que tenemos es la confianza, que se refuerza con anuncios como: la aprobación de la primera vacuna contra el Covid-19, sobre la que muchos ignoran tardará un buen tiempo para que se logre su aplicación de manera masiva; también está el falso pensamiento de creer que con los bajos registros en las cifras de personas contagiadas y fallecidas, lo peor ya pasó; de igual forma la falsa percepción de normalidad aumenta con los resultados de estudios como el de seroprevalencia que acentúan un pensamiento errado acerca del riesgo de contagio en algunas ciudad, entre muchas otras falsas percepciones.

Aunque suene repetitivo, hay que volver a decirlo porque la gente parece estar olvidando, todavía estamos en pandemia, luchando contra un virus. Debemos seguir en guardia para que podamos ganar esta batalla, atendiendo a todas las medidas y recomendaciones que se han establecido durante estas celebraciones de fin de año. El anhelo que todos tenemos de regresar a nuestra vida normal, no es una excusa para justificar la falta de responsabilidad, autocuidado y compromiso, celebremos las fiestas con sensatez, reduciendo al máximo los riesgos de contagio.