COLUMNA LA REPÚBLICA

jueves, 15 de octubre de 2020 a las 06:00 AM Publicación

Los devastadores efectos de la emergencia sanitaria, económica y social en América Latina, aparecieron desde el primer momento de la intempestiva llegada del coronavirus (covid-19) a cada país.

Con una dramática desaceleración, durante los últimos meses, en el nivel de actividad económica y los ingresos de las familias latinoamericanas, la región continua sus intentos por salir a flote en medio de la actual crisis.

El panorama poco favorable producto de la fuerte incidencia de la emergencia sanitaria en el desempeño económico de los distintos países de América Latina y los reportes deficientes en los niveles de crecimiento económico de los últimos años, evidencian la urgente necesidad de trazar estrategias conjuntas al rescate de la región para mitigar el impacto que está dejando el covid-19.

El nuevo estudio de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal) de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), confirma los pronósticos de este histórico golpe en la economía de latinoamericana 2020. De acuerdo con la Comisión, para este año el Producto Interior Bruto (PIB) de la región caerá 9,1%, el mayor descenso en 120 años, generando un retroceso de 10 años, debido a la atípica contracción originada por la significativa caída de la demanda interna en cada uno de sus componentes y por la disminución de la demanda externa.

Con un incremento de la tasa de desocupación, que se prevé en torno a 13,5% y un aumento de 37,3% de la tasa de pobreza, el estudio alerta sobre el peligro de un escalamiento de la pobreza, que se calcula podría alcanzar los 230,9 millones de pobres en la región tras la pandemia. Las estimaciones del crecimiento de la pobreza en 7,1 puntos porcentuales en la región dan muestra de la grave crisis y el significativo retroceso que se está viviendo en los países latinoamericanos.

El rápido deterioro de las condiciones socioeconómicas de las poblaciones y el recrudecimiento de la desigualdad han dejado en evidencia la vulnerabilidad financiera que reina en América Latina. A pesar de que nos encontramos enfrentando una crisis financiera mundial, la débil posición de la región en materia económica, añade una mayor desventaja y la proyección de una lenta dinámica de recuperación, que requerirá de una gran agenda de transformación para lograr la preservación de su estabilidad macrofinanciera.

Uno de los principales retos en estos tiempos será ganar la lucha contra el hambre y el aumento de la pobreza multidimensional, que amenaza con elevarse en países de ingreso medio.

A pesar de la diversidad que existe en la economía de los países de Latinoamérica por los diferentes aspectos políticos, sociales, culturales y demográficos, hoy todos convergen en la necesidad de compensar el impacto económico causado por la pandemia mundial.

Atender y revisar la lista de recomendaciones en materia económica de la Cepal será valioso para evitar el colapso de las economías y enfrentar los desafíos centrales establecidos en la construcción de Estados de bienestar, el fortalecimiento del desarrollo productivo y la implementación de políticas para fomentar la sostenibilidad ambiental. La tarea de trabajar de manera conjunta por la mitigación del impacto económico en América Latina es impostergable.

Publicado en La República