Este viernes 20 de julio realizaremos la instalación de la nueva legislatura 2018 – 2022, conscientes de la gran expectativa que hay en el país por los cambios que veremos en este nuevo Congreso, que ante todo deberá concentrarse en la búsqueda de consensos para sacar adelante reformas que realmente beneficien a los colombianos.
En dos semanas asistiremos a la posesión del nuevo gobierno, que desde el 17 de junio ha venido recibiendo información de empalme, haciendo consultas a nivel nacional e internacional, exponiendo ideas de principios y políticas, y dando a conocer el equipo más próximo al Presidente.
Me siento profundamente honrado de hacer parte de este momento histórico que vive nuestro país. Es satisfactorio poder decir que en estos últimos años, Colombia ha avanzado en áreas esenciales como la reducción de la pobreza, el mejoramiento de la infraestructura, la arquitectura del comercio exterior, las posibilidades de diversificación de la oferta exportable, la oferta energética, la recuperación del sector agrario, y que además se ha podido establecer una ruta para la búsqueda de la paz, que aunque está sujeta a algunos ajustes, ha cambiado la historia de los colombianos.
Pese a los logros y avances que ha tenido el país, debemos seguir trabajando por mejorar los aspectos que continúan con indicadores en rojo como la inseguridad, la educación, la desigualdad, la salud y el desempleo que requieren de un compromiso articulado por parte de todos para que verdaderamente nos convirtamos en la nación de la justicia social.
Estaremos atentos de las actuaciones del nuevo gobierno frente al tema económico que debe dar mejores señales de estabilidad y buen juicio en la toma de las decisiones fiscales y de la política económica. El Presidente Ivan Duque ha venido asumiendo compromisos en la denominada Economía Naranja, enfocada en las pequeñas empresas y con la reactivación de la industria, que es la más potente palanca de desarrollo sostenible.
Hay muchos desafíos para esta nueva legislatura, entre ellos está lograr el tramite exitoso de reformas como la justicia, la tributaria, la pensional, la de educación en todos los niveles y la nueva reforma a la salud, que son vitales para el desarrollo de los colombianos y que necesita con gran urgencia el país. Confío en que este nuevo Congreso será comprometido y responsable con la labor que nos ha sido encomendada.
Las consulta internacionales del Presidente han logrado respaldo para su agenda, sobre todo en temas cruciales como los cultivos ilícitos y Venezuela. Con Europa y Asia hay temas por desarrollar en materia de mercados y en eso tenemos avances por efecto de la pacificación y el ingreso a la OCDE, que constituyen factores de confianza.
Las prioridades del Ejecutivo y el Legislativo deben estar centradas en los temas sociales y económicos, que son los principales cambios que está exigiendo la ciudadania. Las demandas sociales estuvieron concentradas en seguridad ciudadana, la educación, la salud, el empleo y la vivienda. En el caso de la costa Caribe, en la confiabilidad en suministro de electricidad, el desarrollo humano y de infraestructura. Queremos una respuesta del nuevo gobierno que genere confianza frente a las disparidades sociales en la región con respecto a la nación que nos ubica con ingresos que llegan hasta la mitad apenas del promedio nacional en casos extremos, como Sucre y el sur de Bolívar. Partimos en desventaja en materia de desarrollo territorial porque hay compromisos en otras regiones golpeadas por el conflicto y gran parte de nuestro territorio no aplica en esa estrategia de desarrollo. Este es un tema que impone un debate interno para la toma de decisiones en el Plan de Desarrollo hasta el 2022.
El Presidente Duque anunció que el paquete de reformas llegará con su posesión. Tendremos, en consecuencia, un Congreso con tareas urgentes, como viene ocurriendo en los últimos tiempos, y eso nos anima a realizar un trabajo con responsabilidad social y política. Lo lograremos.