La problemática de Electricaribe se ha vuelto un circulo vicioso, cada tanto volvemos a lo mismo, y no hay acciones claras por parte del gobierno nacional para darle una solución definitiva a esta crisis que sigue frenando el desarrollo de la Costa Caribe, una vez más nos encontramos con nuevas noticias respecto al problema eléctrico que resultan ser graves y preocupantes.
La comisión de empalme del nuevo gobierno recibió el pasado jueves por parte del El Ministro de Minas y Energía, Germán Arce, la información relacionada con la transformación de Electricaribe a partir de la intervención que el Estado colombiano hizo hace 19 meses con fines de liquidación por su incapacidad para prestar un servicio óptimo en la región, en esta reunión fueron expuestas las prioridades de sostenimiento y el cronograma para un nuevo operador, si esto es posible.
Tras la reunión con el jefe del equipo de empalme, Alberto Carrasquilla, y otros asistentes, el Ministro Arce dijo que a finales de este mes de julio se iniciará la primera fase del proceso de cambio de operador con base en las recomendaciones de la banca de inversión que fue contratada, también mencionó que entre las prioridades está seguir garantizando la compra de energía y financiar el plan de inversiones del primer año antes de que entre el nuevo operador.
Por otras fuentes, entre ellas voceros del sindicato, se conoce la inexistencia de materiales de reposición en daños para un servicio continúo debido a que los ingresos ordinarios solo alcanzan para pagar a los proveedores de energía. El Gobierno ha sido omisivo en aportar fondos para operaciones, el plan estratégico de inversiones con compromisos del Estado está a media marcha y una contribución anunciada desde el año pasado para apalancar el servicio al Caribe con 320 mil millones de pesos ha sido dilatada con la asignación de una nueva fecha. No hay certeza para los desembolsos efectivos que son urgentes por razones obvias de un servicio que debe ser constante, siguen los incumplimientos.
Una vez más los usuarios de la Costa Caribe hemos sido engañados, ni las urgencias ni la solución estructural han avanzado conforme a los anuncios o compromisos que el presidente Juan Manuel Santos y sus ministros de Minas y Energía, de Hacienda y los superintendentes manifestaron o asumieron.
Para resolver esta crisis se necesita de toda la voluntad y disposición política, ningún sentido tiene que después de tantas dilaciones y omisiones ahora corran a abrir unos procesos inciertos, el gobierno actual debe cambiar el cronograma que empieza en este mes y dejar que sea el nuevo Presidente el que tome las decisiones a partir del 7 de agosto. No es claro, como lo he sostenido, que lleguen a Colombia una avalancha de oferentes para la operación del servicio a cargo de Electricaribe, que incluye la compra de una compañía, maltratada por los incumplimientos de sus dueños y el deficiente manejo.
Es importante que el nuevo gobierno considere que los pasivos, la carga prestacional, la reputación de la empresa, entre otros factores, hacen que Electricaribe no sea una inversión atractiva, el mercado internacional de energéticos no es tan favorable a Colombia, como lo prueban las operaciones de venta ensayadas en los últimos años. Isagen, por ejemplo, no fue bien vendida porque no hubo casi quien la comprara. En electricidad el sistema legal y financiero es más favorable para los generadores con perjuicios para los comercializadores. Y esto es crucial porque Electricaribe no tiene entre sus negocios la generación.
Otro problema son las demandas arbitrales internacionales ya en proceso en montos que imponen mesura, además, de las incertidumbres en torno al régimen de subsidios y los incumplimientos en el pago por parte de los usuarios. En fin, hay toda una lista de contras que no nos ubican en un atractivo lugar.
No se trata de ser pesimistas, debemos aterrizar en la realidad del serio problema que tenemos con Electricaribe, es de ilusos esperar que el nuevo operador asuma compromisos que están por encima de las realidades del negocio, ya tenemos suficientes experiencias negativas de la prioridad que el Estado colombiano le da a los apremios de nuestra región, aún cuando el tema eléctrico haya estado en el vértice de la agenda caribe por al menos cinco años.
Si se llega a presentar un apagón en la Costa, la responsabilidad sería del actual Gobierno y la Superintendencia de Servicios Públicos por la negligencia con la que se ha realizado la intervención a Electricaribe, sin un plan de salvamento ni soluciones definitivas. Preocupa que la situación sea peor de lo que hemos conocido, por lo que solicitamos al señor Procurador General de la Nación, Fernando Carrillo Flórez, investigar las actuaciones de José Miguel Mendoza durante los meses que estuvo a cargo de la intervención.
La garantía del servicio eléctrico con calidad para los siete departamentos de la región Caribe es uno de los desafíos más importantes que debe asumir el nuevo gobierno, la competitividad, la calidad de vida y las inversiones de la región están en alto riesgo de continuar por este camino.
Esperamos pronto los pronunciamientos positivos del Presidente electo, Iván Duque, sobre este tema que tanto agobia a nuestra región pero sobretodo voluntad y disposición para buscar una salida acertada a esta crisis.
Estamos cansados de los engaños y las falsas promesas, queremos anuncios y decisiones bien analizadas, a la luz de las realidades internas y externas, con buena fe y expresiones sinceras y concretas que generen confianza.