Las elecciones presidenciales de este domingo 27 de mayo significaron una ruptura en la historia de nuestro país por hechos que en su mayoría debemos celebrar como: el balance positivo en la seguridad, que no reportó ningún tipo de alteración del orden público; la disminución en el abstencionismo; el buen desarrollo de la logística por parte de la Registraduría; el récord de votantes en el exterior y el sentido patrio que demostraron los colombianos al salir a votar.
Siendo un país que ha sufrido durante tantos años por la violencia, valoramos el haber vivido las primeras elecciones presidenciales en las que la guerrilla no determinó los resultados y donde temas como la educación, la anticorrupción, las reformas sociales y económicas, y la recuperación de la economía ganaron protagonismo. Lo que nos convoca a creer en Colombia.
Estas tres semanas serán de intensa actividad política para cerrar el ciclo electoral, vienen días en los que las campañas deberán contar los compromisos concretos que asumen en materias como el desarrollo regional, las reformas macroeconómicas y cómo se mantiene la recuperación económica que empieza a dar mejores señales en lo corrido del año.
Con los claros resultados obtenido por Ivan Duque (39.1%) y Gustavo Petro (25.1%), estamos listos para procurar la elección de quien consideramos es el candidato idóneo para representarnos como nación. No dudamos que Ivan Duque es la persona indicada para llegar a este cargo, por eso apoyamos con plena convicción su elección.
El mapa de los resultados refleja motivos tranquilizantes para los colombianos pero no es patriótico bajar la guardia frente a los riesgos de inestabilidad que se advierten. El triunfo de Sergio Fajardo en Bogotá tiene sus antecedentes con los resultados del pasado de los Verdes y del Polo, y en el caso del Caribe colombiano se manifestaron expresiones de inconformidad pero también de confianza, se dividieron los departamentos en favor de Duque y de Petro. Interesantes los resultados en el Área Metropolitana de Barranquilla, donde se reflejó una sacudida frente a lo que se esperaba y las fuerzas populares se orientaron hacia Petro.
No se definió la Presidencia en la primera vuelta pero creo que son positivos los resultados de ayer por las tendencias en las encuestas que señalan que Colombia no está para aventuras políticas sino para certezas.
La economía colombiana requiere un buen timonel para su recuperación tras la crisis de los últimos años por la excesiva dependencia de unos pocos productos en sus exportaciones que han tenido volatibilidad en sus precios. Se requiere su diversificación y valor agregado. Se requiere incentivos efectivos para la inversión y la generación de empleo estable. Se ve venir un mandato claro y sin ambigüedades. Por lo mismo, nada de triunfalismos.
En resumen, los colombianos dieron ayer señales bastante claras de hacia donde se definirán finalmente, se demostró que si bien el sistema electoral no es perfecto sí da suficientes garantías para la toma de las decisiones políticas y que al final los resultados que se declaran merecen la plena aceptación. Concretar unas elecciones en paz significa mucho después de tantos esfuerzos por apalancar bien la democracia, en este sentido es que estas elecciones significan una ruptura con la historia. El remate debe darse el próximo 17 de junio con la elección de Ivan Duque como Presidente.