RESPONSABILIDAD ENERGÉTICA

sábado, 09 de diciembre de 2023 a las 07:00 AM Publicación

Uno de los temas mencionados en el discurso del Presidente Gustavo Petro en la Conferencia de las Partes (COP 28) en Emiratos Árabes Unidos, que sigue resonando con preocupación, es la negativa del mandatario de realizar nuevos contratos en materia de exploración de hidrocarburos. Discusión que si bien no es nueva, enciende las alertas acerca del futuro energético, social y económico del país.

Aplaudimos la bandera por la protección del medio ambiente y los recursos naturales del Presidente, esta siempre ha sido la visión que hemos promovido desde el Congreso de la República. Sin embargo, reprochamos la manera en la que desde el primer momento se ha abordado la política energética, sin la prudencia y responsabilidad, que requiere, dejando un manto de dudas sobre la soberanía energética de Colombia en el corto, mediano y largo plazo.

Ignorando los datos y estudios que evidencian la persistente disminución en la producción de petróleo y gas nacional, así como las advertencias de los expertos, quienes coinciden en la necesidad continuar con la exploración y la construcción de la infraestructura requerida para conectar los yacimientos con la demanda, el presidente Petro insiste en no otorgar nuevas áreas de exploración.

No hay duda que es importante reducir la dependencia de fuentes no renovables en el país, lo que no significa que se tengan que satanizar los hidrocarburos y los otros energéticos con bajas emisiones, como el hidrógeno azul, que son necesarios para respaldar una transición segura. El enemigo a combatir son los Gases Efecto Invernadero - GEl que emite su combustión y la industria es la llamada a hacerlo. Bien lo dijo el Presidente en su discurso, Colombia tiene 70 % de su matriz energética limpia. A nivel mundial somos la novena matriz más limpia.

El marco fiscal de nuestro país está hecho basado en las regalías y el dinero que recibe Colombia por la exportación de petróleo. Tendríamos a futuro un gran problema de hacienda pública, no solamente por los recursos que Ecopetrol entrega todos los años al Gobierno nacional, sino que muchas de las obras que hacen los municipios y departamentos del país se hacen a través de las regalías que recibe el país por la explotación de petróleo y gas.

Soy un abanderado de la expansión de las energías renovables, pero también estoy consciente que existen grandes limitaciones y obstáculos. Todavía la transición tiene muchas piedras en la rueda, como la falta de compromiso del Ministerio de Ambiente y algunas Corporaciones Autónomas Regionales -CAR- con los proyectos renovables, advertida recientemente por la Procuraduría. No hay sintonía en el Gobierno para avanzar.

Este es el momento de concentrarnos en corregir los inconvenientes en los trámites, la ineficiencia de las autoridades y de procurar la consolidación de un marco regulatorio estable que impulse el desarrollo del sector y presione el acelerador. Mientras tanto, debemos continuar con la utilización de los fósiles, de manera responsable, a través de una agenda energética incluyente, que garantice a los colombianos la protección del medio ambiente, la seguridad energética y una transición responsable.

Publicado en: La República

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