Explotar el enorme potencial que tiene el mercado de los Bonos Verdes (BV) como herramienta para financiar actividades de energías alternativas, eficiencia energética y adaptación al cambio climático, es el camino que se debe seguir y promover el Gobierno Nacional si quiere avanzar en su propuesta de alcanzar un equilibrio entre el desarrollo económico del país y la conservación de los recursos naturales.
Si bien Colombia es uno de los países que menos dióxido de carbono emite, es uno de los más susceptibles a los cambios drásticos del clima, como el aumento de sequías o de lluvias. Según el índice de países de la Iniciativa de Adaptación Global (ND-Gain) de la Universidad de Notre Dame, Colombia ocupa el puesto número 84 entre los países vulnerables al cambio climático, por lo que es impostergable lograr un mayor compromiso y apoyo para la financiación de proyectos sostenibles.
Con el tiempo corriendo bajo la imperante necesidad de la implementación de acciones que contribuyan a la mitigación de los efectos del cambio climático, resulta apremiante movilizar nuevas formas de financiamiento destinadas a promover la resiliencia económica y climática, como lo son la emisión de Bonos Verdes, un instrumento asociado a una larga cadena de beneficios socio-ambientales.
No tenemos duda alguna, que la emisión de Bonos Verdes es un valioso mecanismo para el desarrollo de la transición energética en el país, que hoy más que nunca requiere de todas las herramientas para su avance. Actualmente, contamos con un marco de referencia acorde a las buenas prácticas internacionales sobre beneficios ambientales, financiamiento sostenible, transparencia y responsabilidad con los inversionistas, que debe ser aprovechado para atraer nuevas oportunidades e incrementar la atención de los inversionistas locales y extranjeros.
Aunque el Gobierno lanzó este año una subasta de TES Verdes, todavía está pendiente la operación por un billón de pesos de Bonos Verdes, que prometieron ejecutar este 2023, así como también la masiva difusión de este mecanismo como alternativa para el buen funcionamiento y financiamiento del mercado. Con el séptimo lugar en la emisión de Bonos Verdes en América Latina y el Caribe, que según el estudio de Climate Bones Initiative ocupa Colombia, nos encontramos muy lejos de ser el nuevo líder en la colocación de BV que proyecta el Ejecutivo.
Ante la grave crisis que está desatando el cambio climático, el Gobierno tiene, entre otras cosas, la responsabilidad de acelerar la transición energética. En este punto, la emisión de Bonos Verdes constituye un mecanismo clave para la promoción de incentivos en la inversión de proyectos renovables, un sector que demanda alivios para despegar.
El próximo año necesitamos tener un mercado de Bonos Verde multiplicado. Somos conscientes que la transformación a una economía adaptada al cambio climático, exige la reducción de brechas de inversión en tecnologías limpias y sostenibles, una pista que esperamos ayude a allanar la emisión de deuda soberana verde.
Publicado en: La República