La reconfiguración del Congreso de la República en el reciente debate electoral debe servir para oxigenar, de manera positiva, la política nacional. Uno de los mayores retos que tenemos los legisladores en este cuatrienio, además de impulsar las reformas claves que se necesitan con urgencia, será interpretar a cabalidad los anhelos y deseos de un pueblo que reclama mayores oportunidades.
El resultado inédito de las pasadas votaciones refleja el pluralismo que tenemos como sociedad, el gran cambio que los colombianos están convocando y la necesidad inminente, de volcar la mirada hacia lo social. Hacer sinergias para luchar contra los profundos problemas de desempleo, desigualdad y pobreza que se agravaron con la pandemia, es la única manera que tenemos para levantar al país. Así las cosas, necesitamos un Congreso que, más allá de las posturas ideológicas y los intereses de los partidos, envíe mensajes alentadores a la ciudadanía con una visión renovada del quehacer político en el que se priorice a las poblaciones más vulnerables.
Sanear la política y restablecer los vasos comunicantes de los partidos con una ciudadanía hastiada de la corrupción, la injusticia social y la violencia, es una responsabilidad que los congresistas tenemos que asumir. Los grandes vencedores en este 2022 - 2026, no deben ser los partidos o los líderes, sino los colombianos, quienes merecen un mejor amanecer nacional. Es urgente fortalecernos como país, hablar un solo lenguaje, dejar de estigmatizar a la clase política, sentar en una misma mesa a la sociedad civil, abandonar los egoísmos y las confrontaciones, porque hoy lo importante es salir adelante.
Luego de un primer debate electoral intenso y desgastante, se encienden, ahora sí, los motores para la elección del próximo Presidente de la República, que esperamos tenga la altura que demanda el país. Queremos escuchar las propuestas que tienen los candidatos, no convertirnos en los espectadores en un campo de batalla, donde el populismo, las agresiones personales y las confrontaciones sin argumentos, estén a la orden día. Los planes para el futuro de la educación, la salud, la justicia, o el campo colombiano, son algunos de los temas que nos gustaría escuchar a los candidatos presidenciales.
La alta participación de los votantes durante las elecciones del Congreso muestra el creciente interés y la mayor conciencia que tienen los ciudadanos frente a la democracia. Sin embargo, todavía encontramos que más de la mitad de los colombianos aptos para votar, no ejercen su derecho. Un alto abstencionismo que hay que derrotar. Entre los grandes lunares en la jornada electoral, se encuentran el lento preconteo de los votos al Congreso y las constantes fallas en la página de la Registraduría, situaciones que hay que corregir para las elecciones presidenciales de mayo.
La única manera en que realmente podremos avanzar como país, es logrando una reconciliación nacional; que la izquierda y la derecha dejen de impulsar el odio, y lideren con inteligencia, enfocados en la reivindicación social.
Aprovecho este espacio de opinión, para agradecer una vez más el gran respaldo que recibí en las urnas, que me permitió conseguir un asiento en el Senado de la República. Mi compromiso es seguir trabajando sin descanso por todos los colombianos. Gracias a todos los que me apoyaron, cuentan conmigo para ser su voz en el Congreso. ¡No los defraudaré!.