Los próximos cuatro años serán definitivos para redefinir el destino de nuestra Nación y sus regiones. Así que hoy, más que nunca, la responsabilidad de elegir bien tiene un gran peso. Quienes buscamos un escaño en el Congreso de la República tenemos sobre nuestros hombros la obligación de generar cimientos fuertes para la recuperación de las familias colombianas, que están padeciendo todo tipo de adversidades.
Más que con discursos, promesas y propuestas irrealizables, hemos llegado a muchas ciudades y municipios dando a conocer los hechos que respaldan nuestra gestión de estos años. ¡Qué mejor manera de llegarle a la gente que con resultados y evidencias!. Más de 82 proyectos presentados en el Congreso y varias leyes que están generando desarrollo y transformando las vidas de miles de colombianos, son nuestra carta de presentación.
Enfrentando los grandes desafíos que exige el desempeño de una productiva labor legislativa, he tenido el honor de entregarle al país, leyes como la Ley de Transición Energética, una de las normativas más destacadas del último año, por su impacto nacional, que nos permitió actualizar el primer marco normativo sobre energías renovables no convencionales contenido en la Ley 1715 de 2014, para de esta manera; acelerar el desarrollo sostenible en el país, reducir la gran brecha de acceso a la electricidad, brindar seguridad energética, entre otros.
Leyes como: Acción Climática, que define la ruta a seguir para enfrentar el cambio climático y avanzar en la resiliencia climática; Embalse del Guájaro, que reconoce el potencial pesquero de este importante ecosistema del departamento del Atlántico y lo declara zona de interés ambiental, turística y ecológica; antitabaco que estableció en Colombia los espacios 100% libres de humo; o de vivienda militar que le garantizó a los miembros de las fuerzas militares y sus familias el acceso a una vivienda propia, por mencionar algunas, son nuestra bandera y las que nos identifican en la defensa por los más vulnerables, y la protección del medio ambiente.
Sin duda esta ha sido una de las campañas más intensas y exigentes que he realizado en mi vida política. Me atrevo a decir que para mis compañeros y los nuevos aspirantes al Congreso de la República, también ha estado llena de muchos retos, entre ellos el salir a hacer proselitismo político en medio de una pandemia que se ha llevado a muchos seres queridos y ha dejado una devastadora crisis económica y social.
A pesar de todo, tuvimos la oportunidad de recorrer el país y llegar a departamentos que nos abrieron las puertas, haciéndonos sentir como en casa. Me siento profundamente agradecido por la acogida que tuvimos, el cariño y el respeto que nos expresaron las personas en cada uno de los sitios en donde estuvimos y el calado que logró nuestro proyecto político. Tenemos la satisfacción absoluta de haber realizado un ejercicio electoral transparente e incluyente, que sumó y multiplicó.
A mis amigos del Atlántico, César, Sucre, Bolívar, La Guajira, Córdoba, Magdalena, Cundinamarca, Santander, Norte de Santander, Guaviare, entre otros departamentos y ciudades visitadas, mi gratitud por el acompañamiento y las atenciones brindadas. Cada vez contamos con un mejor y más grande equipo.
Retribuir la confianza depositada por mis electores, a través de una gestión transparente e incluyente, comprometida con el desarrollo social, económico y sostenible ha sido siempre mi premisa. Durante estos años he venido haciendo un trabajo legislativo a favor de los más vulnerables. Quiero seguir en el camino de transformar la vida de los colombianos, por eso de manera respetuosa los invito a que este 13 de marzo me acompañen con su voto, marcando en el tarjetón al Senado: el logo del Partido de la U y el número 2. ¡Se ven los hechos!.
