Cada vez que una familia se conecta a la energía eléctrica a través de fuentes renovables, se cumple uno de los principales propósitos de nuestras leyes: 1715 de 2014 y 2099 de 2021, que fueron concebidas con la idea de reducir la enorme brecha de cobertura eléctrica que existe actualmente, para así mejorar la calidad de vida de miles de colombianos. Mitigar la falta de energía en regiones aisladas del país es la senda por la que hay que avanzar para conseguir una verdadera transformación social y económica.
Resulta increíble que en nuestro país aún existan hogares que nunca han contado con servicio de electricidad.
Según cifras del Ministerio de Minas y Energía, 3% de la población colombiana no tiene acceso a energía eléctrica, es decir, que unas 450.000 familias viven en la oscuridad. Ahí es donde las soluciones fotovoltaicas tienen que llegar, para lograr la ampliación de la cobertura del servicio de energía eléctrica en Zonas No Interconectadas (ZNI).
Que 25.000 hogares en Colombia, por primera vez, estén conectados a la energía eléctrica por medio de paneles solares, es resultado del esfuerzo que se le está imprimiendo a la Transición Energética en el país, y a las inversiones que se están realizando mediante recursos de Incentivo a la Producción del Sistema General de Regalías (SGR), provenientes de los aportes de la industria petrolera.
Como miembro permanente ante los Órganos Colegiados de Administración y Decisión, Ocad PAZ, he estado vigilante a la aprobación de recursos destinados a proyectos de soluciones solares aisladas individuales en distintas regiones. Por ejemplo, este año se realizará la ejecución de 55 proyectos para la generación de energía solar en ZNI, con los que se beneficiará a más de 15.000 familias en ocho departamentos del país.
Aunque la meta del actual Gobierno Nacional, de llevar electricidad a 100.000 hogares no tiene precedentes, y ya alcanza 70%, sigue siendo insuficiente ante el casi medio millón de familias que se mantienen sin cobertura.
Departamentos como La Guajira donde según el Índice de Cobertura de Energía Eléctrica (Icee), el 58,8%, es decir cerca de 81.960 viviendas están sin servicio, necesitan contar con una estrategia más agresiva de desarrollo y cobertura con soluciones individuales solares fotovoltaicas, que les proporcionen un mejoramiento en las condiciones de vida en el corto plazo.
Hay que continuar uniendo esfuerzos interinstitucionales e intersectoriales para desarrollar nuevas políticas públicas que aseguren una transición energética justa, para todos los que hoy no cuentan con el servicio público esencial de energía. Es urgente seguir llevando progreso a cada rincón del país, a través de soluciones fotovoltaicas, la forma más rentable y eficiente para la electrificación de lugares de difícil acceso. Gozar del fluido eléctrico no puede seguir siendo un privilegio reservado para solo una parte de la población.
Publicado en: La República
