El despegue de los primeros pilotos de hidrógeno de bajas emisiones y las nuevas alianzas para la ampliación del conocimiento, la promoción y la logística de transporte de este vector, nos acerca al propósito de lograr su incorporación en nuestra matriz energética. Aunque el camino es largo, el panorama y las oportunidades que se están abriendo en el país, resultan alentadoras para el futuro de esta industria.
Cuando incluimos el hidrógeno azul y verde en la Ley 2099 de 2021, lo hicimos con el objetivo de impulsar su despliegue como vector energético sostenible, fortalecer la transición energética, contribuir al cumplimiento de la meta de reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero (G.E.I), modernizar el sector, así como también, impulsar nuevas cadenas de valor en la economía nacional. Planes, que con el apoyo del sector público, privado, productivo, y la cooperación internacional, empiezan a vislumbrarse.
Con el claro camino que nos marca la Hoja de Ruta del Hidrógeno en Colombia, establecida por el Gobierno Nacional, se espera que el 2022 sea un año de buenas noticias para esta emergente industria colombiana. La puesta en marcha del primer piloto de hidrógeno en el país, programada para este trimestre del año, abre de par en par, la puerta al desarrollo y la transformación sostenible. El camino por el que hay que seguir transitando sin desviarse.
El proyecto de 50 kW (kilovatios) de hidrógeno electrolítico, que desarrollará Ecopetrol en la Refinería de Cartagena, es el primero de los tres pilotos que se ejecutarán para este año; el segundo estará a cargo de Promigas y el tercero de la Transportadora de Gas Internacional (TGI), filial del Grupo Energía Bogotá (GEB). Para los proyectos de hidrógeno que se estarán llevando a cabo al 2030, el Gobierno estima la movilización de unos US$5.500 millones y la creación de cerca de 15.000 empleos.
Por otro lado, la firma de un memorando de entendimiento entre el Gobierno Nacional y el Puerto de Rotterdam, ubicado en Países Bajos, con el fin de establecer diálogos para crear un corredor de exportación e importación de hidrógeno entre Colombia y el reino de los Países Bajos, es una alianza que suma nuevas oportunidades para avanzar en el estudio de este energético, conocer de cerca la logística de transporte y las buenas prácticas, temas claves para su futura comercialización.
Colombia tiene todo el potencial para lograr una producción competitiva, que le permita ingresar a la economía global del hidrógeno, pero antes debe superar grandes desafíos como: concretar inversiones destinadas al desarrollo de tecnología, construir infraestructura, desarrollar nuevos procesos de industrialización, lograr su implementación en los distintos sectores de la economía, entre otros.
Para sacarle el máximo provecho al hidrógeno como combustible limpio y convertirnos en un referente, hay que seguir trabajando largo y parejo, desde todos los frentes. No dejar pasar el momento de interés que está suscitando este vector energético en los proyectos globales y seguir forjando una industria sólida.
Publicado en: La República