Si algo hemos aprendido en esta pandemia es a enfrentar inimaginables desafíos, una premisa que se ha reforzado día tras día, desde la llegada del Covid 19 a nuestras vidas. A pesar de esto, seguimos cometiendo el error de abrazar el temor ante la incertidumbre, un ejemplo es la reciente irrupción de la variante Ómicron, que ha desatado todo tipo de especulaciones que poco contribuyen a su contención y por el contrario avivan el pánico entre las personas.
La presencia de casos de la nueva variante en más de 30 países del mundo, exige atención y acción por parte de todos. Las alertas emitidas por las autoridades de Sudáfrica, quienes advierten sobre el rápido aumento de los casos Covid 19 en ese país, no deben ser ignoradas. Con la posibilidad de que Ómicron ya se encuentre circulando en el país, tal y como lo manifestó, dentro de un marco de hipótesis epidemiológico, la directora del Instituto Nacional de Salud, Marta Lucía Ospina, es más que urgente ponernos manos a la obra para evitar su propagación.
Aunque todavía no se cuenta con sólidos estudios para cualificar la verdadera dimensión de esta cepa, se ha identificado que Ómicron tiene múltiples mutaciones. En el primer informe publicado por científicos sudafricanos del Instituto Nacional de Enfermedades Transmisibles (NICD) se concluye que esta variante puede presentar una mayor tasa de reinfecciones. Sin embargo, establecen que las vacunas actuales protegen contra la enfermedad grave causada por Ómicron.
En medio de este ambiente de incertidumbre, la Organización Mundial de la Salud (OMS) ha anunciado que por ahora no se tiene constancia de ninguna muerte vinculada a la cepa. Según el organismo, no existe duda de que esta nueva variante del coronavirus se propagará, como lo hizo la delta, que empezó en un lugar y ahora es la variante predominante, por lo que recomiendan no confiarse únicamente en las medidas fronterizas y seguir con el enfoque actual de vacunación masiva, protección y autocuidado.
Ante esta inminente llegada debemos prepararnos. Reforzar las medidas de bioseguridad como el uso permanente del tapabocas, el lavado de manos y el distanciamiento social son el paso más seguro, que podemos dar, para evitar la propagación de esta nueva variante. Como segunda medida, es urgente completar los esquemas de vacunación de todos los ciudadanos, así como también, reforzar la vigilancia para detectar los contagios a tiempo.
Los mayores enemigos que hemos tenido han sido la confianza y el relajamiento. Las reinfecciones que se están manifestando en otros países son una clara advertencia que debemos atender, de manera inmediata, para no darle ventaja a esta nueva mutación del virus. Seguir cumpliendo con las medidas de autocuidado, en medio de las celebraciones de esta temporada de navidad y fin de año, es el reto que tenemos para evitar la expansión de Ómicron y despejar la preocupación que existe en el ámbito sanitario y económico del país.