COLUMNA LA REPÚBLICA

sábado, 02 de octubre de 2021 a las 07:00 AM Publicación

Son más de 20 años, los que llevamos soñando con el cumplimiento de la vieja promesa de la recuperación del Río Magdalena, a través de una Asociación Público Privada (APP). Ni el fracaso de varios de los proyectos, ni el abandono de sucesivos gobiernos nacionales que solo atendían políticas centralistas, han menguado la esperanza de ver al río reincorporado con gran dinamismo al desarrollo nacional.

En sus 1.558 kilómetros de recorrido entre su nacimiento en los límites del Cauca y el Huila y su encuentro con el Mar Caribe en Bocas de Ceniza de Barranquilla, el denominado Río Grande de la Magdalena ha tejido todo tipo de historias que destacan su potencial y confirman su alta incidencia en el progreso regional y nacional. Su papel integrador en la Nación, le añade bondades y ventajas competitivas que, debido a un histórico abandono, no han sido del todo aprovechadas.

Después de muchos ires y venires, finalmente la Agencia Nacional de Infraestructura (ANI) confirmó que en este mes de octubre se abrirá el proceso licitatorio de la APP del Río Magdalena, con la que se busca garantizar la navegabilidad del río, entre Barrancabermeja y Bocas de Ceniza. Con la apertura de los prepliegos se espera el inicio formal de la licitación de este proyecto que con una inversión de más de 1,5 billones de pesos, ejecutará obras en 18 unidades funcionales.

Para garantizar la navegabilidad del afluente, el concesionario deberá encargarse de llevar a cabo las tareas de diseño, construcción, financiación, operación, conservación y mantenimiento durante los 15 años del proyecto y hasta su posterior reversión de la infraestructura a la Nación. Entre los compromisos más urgentes de la APP, está ejecutar acciones para asegurar un calado operacional en el canal de acceso al Puerto de Barranquilla.

Ponerle fin a la constante crisis que se presenta en la zona portuaria de la capital del Atlántico por la alta sedimentación, será uno de los mayores retos que tendrán los contratistas. La problemática que solo estos últimos meses, según Asoportuaria, ha producido afectaciones por encima de los 12 millones de dólares, exige soluciones de fondo que ayuden a mejorar la competitividad del país, a través del fortalecimiento del multimodalismo. Uno de los principales propósitos de esta APP.

Sin lugar a dudas, la recuperación de la navegabilidad del Río Magdalena es clave en esta etapa de reactivación de la economía e implementación de prácticas sostenibles, por la que transita el país. El alto impacto que tendrá este proyecto en la competitividad, la conectividad y el desarrollo socioeconómico de los colombianos, lo ubican como uno de los más importantes de los últimos años. Avanzar pronto en el proceso de adjudicación es urgente para evitar que se presenten nuevas crisis.

El rescate del Magdalena es una deuda de larga data, que ya es justo empezar a saldar. Un Río que ha sido fuente de inspiración a la cultura y al desarrollo económico y social del país, no merece menos que volver a navegar victorioso sobre el territorio colombiano, forjando una nueva historia de progreso y mejores oportunidades.

Publicada en: La República