Aún no inicia por completo la temporada de lluvias en la Región Caribe y con las primeras lloviznas que se presentaron la semana pasada, se empezaron a reportar, desde diferentes barrios de Barranquilla y algunos municipios del Atlántico, interrupciones en el servicio de energía. Una problemática que se encuentra ahora en manos de las empresas Air-e y Afinia, quienes tienen el reto atender la situación con la menor afectación al servicio.
El nuevo llamado que realizó la Superintendencia de Servicios Públicos Domiciliarios a los prestadores de servicios de acueducto, alcantarillado, aseo, energía y gas combustible, para acelerar los planes de mitigación y prevención por los actuales fenómenos climáticos, es una advertencia que debe ser atendida con celeridad debido a los eventos extremos de precipitaciones que se están presentando en el país.
De acuerdo con el Instituto de Hidrología, Meteorología y Estudios Ambientales (Ideam), las lluvias de marzo han llegado a volúmenes superiores por encima del promedio histórico para la época, lo que ha representado un aumento en los eventos que se registran en el país por las fuertes precipitaciones. Para abril y mayo, se pronostica que los aguaceros serán copiosos, y que lloverá más de la mitad de lo que llueve normalmente.
Los estragos que las altas precipitaciones están causando en departamentos como Cundinamarca, Huila, Nariño, Valle del Cauca y Antioquia evidencian que estamos ante una temporada atípica para la que no nos preparamos. Según el último balance entregado por la Unidad Nacional para la Gestión del Riesgo de Desastres (Ungrd), desde el primero de marzo se han registrado más de 521 eventos en los que han fallecido 53 personas y se ha golpeado con fuerza al menos 8.734 familias.
Se espera que para los meses de mayo y junio se intensifiquen las precipitaciones en la región Caribe, y con ellas nuestra preocupación por las inundaciones, los desbordamientos y los deslizamientos, además de las afectaciones en los servicios públicos. Aunque la previsión frente a los desastres naturales no ha sido una constante colombiana y hoy lo estamos viviendo nuevamente, no podemos permitirnos otra desgracia para actuar. Desde todos los frentes tenemos que estar preparados para que el golpe del invierno no sea mayor.
En el caso de los prestadores de servicios públicos y conociendo las situaciones que se presentan en la Región Caribe es indispensable que desde ya se establezcan acciones para que se garantice un servicio confiable. La implementación efectiva y oportuna de planes de emergencia y contingencia será clave para evitar interrupciones en los servicios públicos que puedan poner en riesgo la vida de pacientes que se encuentran en las unidades de cuidados intensivos de los hospitales, así como también, evitar afectaciones a la productividad de los distintos sectores que se esfuerzan por lograr su recuperación económica.
El reporte de la primera lluvia leve de 2021 en el Atlántico, que dejó daños en las redes eléctricas, apagones, explosiones de transformadores, postes en riesgo de colapsar, entre otros, es un fuerte campanazo de alerta para que las empresas Air-e y Afinia refuercen los planes de prevención en la Región Caribe y así eviten mayores tragedias con la llegada del invierno.
Si bien el deterioro de las redes, derivado de la falta de inversión de Electricaribe, hace compleja la labor de las empresas para prevenir fallas en el servicio eléctrico, los usuarios del Caribe esperamos que los planes de los nuevos operadores sean oportunos y acertados, de tal forma que no nos regresen a los dolores de cabeza del pasado.