Contra viento y marea, nuestro proyecto de acto legislativo que impone la cadena perpetua para violadores de niños y niñas ha salido adelante en cada uno de los siete debates realizados en el Congreso de la República. No ha sido fácil mantener a flote esta iniciativa con la que buscamos que en el país se establezcan sanciones ejemplarizantes a los agresores sexuales de nuestros menores.
Amenazada por los tiempos y las dificultades que conllevan legislar de forma virtual, esta iniciativa se mantiene viva y con la esperanza de culminar con éxito el último debate que deberá sortear esta semana en la Plenaria del Senado para convertirse en ley de la República. Estableciendo un hecho sin precedentes en la historia judicial de Colombia.
Aunque en otras ocasiones se han presentado diversos proyectos de ley en el mismo sentido, estas propuestas no prosperaron por distintos motivos, mayoritariamente políticos. En esta oportunidad un grupo de congresistas de diferentes partidos nos hemos unido con la convicción de que se debe castigar severamente a quienes atenten contra la vida, la salud y el desarrollo de nuestros niños y niñas.
El largo camino que desde hace un año ha transitado esta iniciativa debido a las polémicas jurídicas que trae consigo la cadena perpetua como pena en nuestro país, ha sido beneficioso para aportarle nuevos elementos y condiciones claras sobre el castigo a los delincuentes que cometen delitos sexuales contra los menores, así como para aclarar dudas respecto a las circunstancias en las que se debe establecer esta pena excepcional.
Los aberrantes y escalofriantes casos de abuso sexual a menores de edad que han salido a la luz son apenas la punta del iceberg de este terrible flagelo que padecen miles de niños y niñas. De acuerdo con el último reporte del Instituto Colombiano de Bienestar Familiar (ICBF), en Colombia a diario son abusados sexualmente 28 niños, mientras que para el Instituto Nacional de Medicina Legal y Ciencias Forenses, la cifra diaria es de 64 menores de edad, datos desgarradores que exigen medidas radicales y contundentes.
En América Latina, Perú y Chile han establecido la cadena perpetua para casos de violación en los que el menor de edad es asesinado por el agresor sexual. Por otro lado, en países como: China, Corea del Norte, Emiratos Árabes Unidos, Egipto, Uganda, Guyana, Irán, Irak, Kuwait, Pakistán, Palestina, Siria, Sri Lanka, Tailandia, Tayikistán, Vietnam, India, Bangladesh e Indonesia, el abuso sexual a niños y niñas es castigado con la pena de muerte.
Como padre de familia y colombiano he impulsado esta nueva ley con el único interés de brindarle una mayor protección a nuestros niños y niñas, colocándole un alto a los agresores sexuales que están destruyendo la infancia de pequeños que por su estado de indefensión se convierten en sus víctimas. Confío y espero que este sea el sentir de mis compañeros en la Plenaria del Senado para que nos sintonicemos con la aprobación de este acto legislativo que necesitamos en un país en el que la mayoría de los victimarios de menores no tienen el castigo que merecen.