Esta nueva década que inicia, no merece menos que ser recibida con grandes expectativas y nuevos aires, por parte de todos los colombianos. Es que después de un año que no fue nada fácil en lo social, lo político y lo económico, todos debemos pasar la página y con una esperanza renovada, creer que es posible escribir una mejor historia para nuestro país.
A pesar del complejo momento que se vive en Latinoamérica por el bajo crecimiento económico en la región, las tensiones comerciales, la desaceleración global y las movilizaciones populares, nuestro país fue el único en registrar una aceleración en su tasa de crecimiento en el 2019. Para este año, se espera que Colombia mantenga su crecimiento, que según los expertos, estará entre el 3,3 por ciento y el 3,1 por ciento, cifras que la mantendrían en el liderazgo de la región.
Con la Reforma Tributaria que aprobamos en el Congreso de la República a final de año, esperamos que se logre ese impulso que necesita nuestra economía para su crecimiento. La inclusión de importantes beneficios para los colombianos de menores recursos económicos, los incentivos a la inversión, la generación de empleo, entre otras propuestas de esta ley, contribuirán a mejorar el actual entorno, lo que permitirá dinamizar la economía.
Además del desafío económico, este año el Gobierno tiene otro reto, no menos importante; subsanar la creciente crisis social que se ha desencadenando a raíz de las inconformidades de muchos sectores. Para dirimir el gran descontento social que existe entre los colombianos, el Gobierno Nacional debe esforzarse en encaminar el diálogo a la conciliación, el compromiso y los resultados, así a través de consensos y acuerdos razonables disipar la conflictividad social y generar un ambiente propicio para el desarrollo del país en todos aspectos.
El cambio en los Gobiernos Locales y Departamentales, llega en un momento más que propicio, para darle al país ese nuevo aire que merece, apartado de la polarización estéril, que tanto daño le ha hecho a la sociedad. Las nuevas administraciones necesitan allanar el camino para avanzar en la construcción de una nueva visión de progreso en cada región, mediante un trabajo coordinado y eficaz que les permita entregar mejores resultados. Los ciudadanos por nuestra parte, debemos apoyar y velar por el cumplimiento de las propuestas y plan de gobierno de cada administración, sin convertirnos en una piedra que entorpezca el progreso. A nivel nacional, el Gobierno debe procurar la construcción de nuevos escenarios políticos que le permitan avanzar en las reformas que requiere el país logrando así un mejor bienestar para todos los colombianos.
Para la Región Caribe un tema urgente a resolver durante este 2020 es, evidentemente, Electricaribe, que este mes debe culminar el proceso de adjudicación de las obras con las que se busca mejorar la infraestructura de la empresa y garantizar la prestación del servicio a los usuarios de la región. Esperamos que estas importantes inversiones desempantane la búsqueda del nuevo operador eléctrico para el Caribe y llegue una nueva esperanza para el futuro energético de la Costa.
El complejo contexto económico, político y social que hemos vivido durante el último año nos debe llevar a reflexionar acerca de la obligación que tenemos con nuestra Patria, de luchar y trabajar por ella. Por lo cual, debemos sumar esfuerzos para entre todos encaminar el país hacia una mejor década, en la que podamos ser testigos del progreso económico y social que necesita Colombia. Mantengamos el optimismo y la berraquera que nos caracteriza como colombianos, esa que nos ha permitido, en todo tiempo, sacar a nuestro país adelante.