Mayúscula sorpresa me llevé la semana pasada, cuando recibí las citaciones de la convocatoria para la realización de dos inesperadas sesiones del Órgano Colegiado de Administración y Decisión Regional (OCAD Región Caribe). Lo inquietante de esto, no fue únicamente que se convocara a sesionar durante la temporada de fin de año, sino también el cúmulo de proyectos agendados para aprobar de manera express, en sesiones improvisadas y lo más preocupante; en el último día de las administraciones regionales salientes.
El pasado viernes, en la primera sesión, la única convocada de manera presencial, fueron aprobados todos los proyectos estipulados en el orden del día, a pesar de la solicitud de no hacerlo que, como Invitado Permanente al OCAD, envié a los miembros. Los proyectos aprobados comprometen millonarios recursos para obras ambientales, mejoramientos de vías, construcciones de conexiones de gas natural, construcciones de redes eléctricas, entre otros, que estamos seguros son necesarias y urgentes para estas comunidades pero que, como hemos insistido antes, debieron ser aprobados tras su riguroso estudio y revisión.
Es que aprobar proyectos de vigencias futuras para la recuperación y el dragado en la Ciénaga Grande de Santa Marta por $83.957 millones y cambiar el ejecutor del proyecto de ampliación a doble calzada del sector del nuevo Puente Pumarejo, como pretenden hacerlo el próximo 31 de diciembre, no es poca cosa y menos en una sesión no presencial, es decir, una sesión por correo electrónico, en la que los miembros tomarán importantes decisiones en pantaloneta desde sus casas. Ahora, si a esto le sumamos los sobrecostos que se evidencian en las obras propuestas por la actual Gobernación del Magdalena, especialmente en los dragados, tenemos mucho de que preocuparnos.
La lógica no pide más que esperar a que se posesionen los nuevos Gobernadores y Alcaldes de los distintos departamentos del Caribe, antes de aprobar la financiación de nuevos proyectos para las regiones, debido a que son ellos los encargados de dirigir y vigilar el cumplimiento de estas obras. Así que, teniendo en cuenta la alta responsabilidad que tiene el OCAD en sus manos; de evaluar, viabilizar y aprobar con recursos del Sistema General de Regalías, los proyectos presentados por los mandatarios, es apenas natural que decidiéramos llamar la atención del Gobierno Nacional, ante este actuar ligero y desconsiderado con la región.
Para evitar que el OCAD Caribe sea utilizado para cumplir los caprichos de Gobernadores salientes, solicité la intervención de la Procuraduría General de la Nación para aplazar las sesiones hasta que se posesionen las nuevas administraciones regionales. En respuesta, dicho órgano de control solicitó un pronunciamiento por parte del Gobernador del Bolívar, Dumek Turbay Paz, actual Presidente del OCAD Región Caribe, a nuestras observaciones y además las actas de las sesiones de los días 27 y 31 de diciembre de 2019.
Cumpliendo con la designación que me fue otorgada por la Mesa Directiva del Senado de la República al inicio del periodo constitucional 2018 – 2022, como su Representante ante el OCAD Región Caribe, he alertado de esta situación a los entes de control y al Gobierno Nacional para que se evite un nuevo caso de corrupción que atente contra el desarrollo de la Costa, especialmente del Magdalena. Esperamos que mañana, los miembros del OCAD atiendan nuestras observaciones e inquietudes y aplacen la sesión del 31 de diciembre que debido a su trascendencia y a los intereses particulares que la rodean, no debe ser tomada a la ligera.