En momentos en los que es necesario diferenciar entre dos cuestiones de distinta naturaleza; para con franqueza y claridad llamarlas directamente por su nombre, recordamos frases como la de Jesús cuando dijo: “Dad Al César lo que es del César, y a Dios lo que es de Dios”, o refranes populares como: “Al pan, pan y al vino, vino”, que invocan la definición de justicia en referencia a darle a cada quién lo que corresponde.
Siempre he creído que más allá de las diferencias ideológicas o políticas, las buenas gestiones y logros de los funcionarios públicos deben ser reconocidos.
En días pasados, el Presidente Iván Duque Márquez en un acto oficial realizó el último vaciado de concreto en la placa central del nuevo puente Pumarejo. El evento que contó con la asistencia del Gobernador, el Alcalde, funcionarios del Gobierno Nacional y otros invitados, dio inicio a la fase final de uno de los más grandes proyectos de infraestructura realizados en nuestro país en los últimos tiempos.
Tras cuatro años de trabajos finalmente los barranquilleros y todos los colombianos vimos como se completaba el puente más importante de Colombia, uno de los más destacados de Latinoamérica por su diseño y ejecución. Fruto indudable de la llamada revolución de la infraestructura, impulsada por el Gobierno anterior bajo el liderazgo del exvicepresidente Germán Vargas Lleras cuando fuera el encargado de liderar el sector de Infraestructura de Transporte, sin desconocer, que es gracias al exitoso cierre financiero, gestionado por el Presidente Iván Duque, que hoy la construcción del nuevo Puente Pumarejo llega a su recta final.
Obras como esta, gestadas, diseñadas y puestas en marcha por el Gobierno del Presidente Juan Manuel Santos, hoy continuan viendo la luz, luego de años de esfuerzos, trabajo coordinado y renovado compromiso por parte del Presidente Iván Duque. En un país acusado constantemente de no tener memoria, generalmente de lo malo, es importante recordar los logros alcanzados estos últimos años, en materia de infraestructura vial, aeroportuaria, portuaria y férrea, que indudablemente han traído un gran desarrollo a todo el país.
Así como es relevante resaltar el compromiso del gobierno actual por concluir e impulsar obras estratégicas, resulta obligatorio reconocer la gestión realizada por los impulsores de estas obras, no por colgarle nombres ni tintes políticos a los proyectos hoy culminados, sino por exaltar y reconocer el buen trabajo, profesionalismo y los buenos legados de quienes han servido al país en el pasado.
Que hoy contemos con un nuevo tramo de la Circunvalar de la Prosperidad, el Puente Talaigua y el corredor Santa Ana-La Gloria que une los Departamentos de Bolívar y Magdalena, un túnel y puente a la entrada de Crespo en Cartagena y próximamente un aeropuerto renovado en Barranquilla, merece, como mínimo, nuestra evocación por los precursores del desarrollo, progreso, competitividad, modernización y conexión que se está generando en el Caribe.
La Costa Caribe se ha beneficiado en varios aspectos, gracias a la gestión de Vargas Lleras, quien en su momento como Ministro de Vivienda y posteriormente como Vicepresidente, impulsó distintas obras públicas, muchas de las cuales hoy se encuentran en etapa de desarrollo.
Deja un mal sabor la ausencia de Germán Vargas Lleras en la inauguración del nuevo Puente Pumarejo, y aunque asumo, juzgando por la gallardia que caracteriza al Presidente Duque, que si fue invitado al evento, me causa inquietud que no se le haya realizado un reconocimiento, por mínimo que fuere, a quien se le conoce como su principal gestor.
Distinto a las posiciones políticas diferentes, y en momentos encontradas, que he mantenido por años con el exvicepresidente Germán Vargas Lleras, rechazo que su gestión en obras como la del Puente Pumarejo, sea ignorada. Siempre en mi vida pública y personal, he buscado que se reconozca la buena gestión de quien lo merece, por eso en esta ocasión me parece justo que se resalte el aporte de todos los promotores de esta obra que hoy nos llena de tanto orgullo.