A partir de la entrada al mercado de los cigarrillos electrónicos y vapeadores, los expendedores han buscado engañarnos con una promesa pública desahuciada sobre las bondades de éstos dispositivos, nos han dicho que los químicos involucrados en la generación del vapor exhalado no son dañinos para la salud como sí lo es el tabaco tradicional, además le han hecho creer a muchos que éste es un método eficaz para dejar de fumar. La última semana de julio, la Organización Mundial de la Salud (OMS) en el último informe sobre la epidemia mundial de tabaquismo, reafirmó lo que han advertido investigaciones multilaterales sobre los llamados “cigarrillos electrónicos”, que los químicos involucrados en el “vapeo” son “Indudablemente dañinos”.
La OMS agrega en su informe que los SEAN (Sistema Electrónico de Administración de Nicotina) deben ser regulados de la misma forma que el cigarrillo tradicional, por no existir evidencia que confirme que son “Menos Perjudiciales” para la salud. Éste pronunciamiento resulta oportuno debido al vertiginoso aumento, principalmente en niños y adolescentes, que se ha venido registrando año tras año en el uso de cigarrillos electrónicos y vapeadores, lo que hace urgente la incorporación de normas claras dentro de lo anteriormente legislado acerca de su uso y comercialización.
En Colombia, desde el inicio del período constitucional 2018 - 2022 se encuentra en tramite nuestra primera actualización a la Ley 1335 de 2009 a través del Proyecto de Ley No. 174 de 2018 Senado, en el que procedemos a fortalecer la Ley Antitabaco para que se adecúe a la nuevas necesidades instituidas por la OMS frente al uso y la distribución de Sistemas Electrónicos de Administración de Nicotina (SEAN) y de Sistemas Similares Sin Nicotina (SSSN). Actualmente ésta iniciativa, que ha contado con el ambiente y respaldo merecido por parte de los congresistas que han participado en su avance por el Congreso, arranca su último año de tramite, preparado para recibir su segundo debate en la Plenaria del Senado.
Uno de los principales objetivos de ésta propuesta es la protección a los niños, niñas y adolescentes, incluyendo entre las
prohibiciones vigentes la venta directa o indirecta de cigarrillos electrónicos, vapeadores y sus derivados a menores de edad. La realidad es que en Colombia aún no contamos con un mecanismo de control a la comercialización de los sistemas electrónicos de administración de nicotina, facilitando el contacto de niños y adolescentes con los productos y sus maniobras publicitarias en pro de adoptar este nuevo habito. La falta de regulación en plataformas de comercio electrónico como Rappi, Uber Eats, Domicilios.com, entre otras, evidencian la urgente necesidad de diseñar mecanismos eficientes para prohibir y restringir efectivamente su venta a menores.
Se conserva un gran desconocimiento y una mayor desinformación acerca de los riesgos qué coexisten con los cigarrillos electrónicos. A través de medios mundiales y locales, se han revelado preocupantes estadísticas que involucran el uso de cigarrillos electrónicos; recientemente el Hospital Infantil de Wisconsin emitió una alerta después de que en menos de un mes, 8 adolescentes fueran hospitalizados por graves lesiones en sus pulmones, como consecuencia del uso de cigarrillos electrónicos. También, se registran eventos por explosiones de cigarrillos electrónicos: en Nevada (Estados Unidos) un joven de 17 años presentó lesiones en su boca y rostro luego de que se le explotara un cigarrillo electrónico, ocasionándole fracturas y lesiones a nivel de la mandíbula y dientes rotos; en Cleveland (Estados Unidos), un hombre sufrió graves quemaduras en la pierna derecha por cargar un dispositivo en los bolsillos, así como estos se han conocido muchos otros casos que evidencian los riesgos en el uso de estos dispositivos.
Para los colombianos es una buena noticia que esta iniciativa se encuentre avanzando hacia la reglamentación. Continuáremos trabajando desde el Congreso de la República para que la regulación de los cigarrillos electrónicos sea una realidad, reafirmando nuestro compromiso de vigilar por la protección de nuestros menores de edad y de la población no fumadora del país. De manera especial agradecemos a las más de 12.000 personas que han firmado la petición para apoyar éste proyecto de ley, sobre el cual oportunamente informaremos sus avances.