Con el rápido avance de la enfermedad Huanglongbing (HLB) que está matando miles de árboles cítricos en Colombia, estamos cada vez más cerca de que se extinga la producción de frutas cítricas en nuestro país, una tragedia avisada que generaría una afectación irreversible a nivel económico, social y ambiental.
Esta enfermedad de origen bacteriano, también conocida como “Dragón Amarillo” afecta a cítricos como el limón, la naranja, la toronja, el pomelo y la mandarina. El árbol cuando está enfermo comienza a perder su vitalidad, sus hojas se caen y presentan manchas amarillas, también muestra una reducción en el tamaño y peso de los frutos, malformaciones, poco jugo, entre otras afectaciones que finalmente terminan produciéndole la muerte.
La HBL ha afectado millones de cultivos cítricos a nivel mundial, se presentó por primera vez en la China, en donde solo en la provincia de Guandong, tuvieron que erradicar 960 mil plantas, con lo que la producción regional pasó de 450 mil a solo 5 mil toneladas. En Brasil, en menos de cinco años la plaga ocasionó una disminución del 70% en la producción, actualmente se estima que solo en este país se han perdido más de 10 millones de árboles, una amenaza de dimensiones incalculables que continua trascendiendo fronteras por su alta velocidad de migración.
En el año 2015, se identificaron por primera vez en nuestro país, varios cultivos cítricos en La Guajira que estaban infectados con la bacteria. Debido a su rápida propagación y a la lenta actuación por parte de las autoridades competentes, los cultivos se afectaron de tal manera que hoy cuatro años después, en este departamento ya no hay producción de cítricos.
La región de Colombia más afectada por esta enfermedad es la Costa Caribe con cinco departamentos ya declarados en emergencia fitosanitaria (La Guajira, Magdalena, Atlántico, Bolívar y Cesar). Es aterradora la manera tan rápida en la que avanza la HBL, expertos en el tema estiman que solo el 10% del Caribe tiene el poder de invadir el 90% del país en ocho meses.
En esta carrera contra el tiempo para salvar la citricultura en Colombia es cuestionable y reprochable la actuación o mejor dicho la no actuación por parte del Gobierno Nacional para evitar que esta plaga se propague de manera irreversible en todo el país. Cuando en el año 2013, la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) propuso a países de América Latina, entre ellos Colombia, la implementación de una estrategia regional para el manejo de la HLB en la región, con el fin de contribuir a la sostenibilidad de la citricultura, poco fue lo que el Gobierno Nacional implementó de dicha estrategia en el país, un grave error que hoy nos está pasando altos costos. Caso distinto al de México, que ha invertido en la lucha y detección oportuna de esta enfermedad, con resultados exitosos.
Los productores de naranja, mandarina, limón y pomelo del Caribe dicen sentirse solos y muy preocupados, luego de que el Instituto Colombiano Agropecuario (ICA) el pasado mes de febrero emitiera la resolución 1668 en la que trasladó a los citricultores la responsabilidad de vigilar y controlar la HLB. Una medida que resulta injusta y a destiempo frente a una problemática desbordada.
El Ministerio de Agricultura y el ICA le han fallado a la citricultura en Colombia, al no aplicar desde un principio las estrategias sugeridas por la FAO para la contención del Huanglongbing de los Cítricos, le sigue fallando al no actuar con una estrategia efectiva de prevención, erradicación y vigilancia que impida la propagación de esta enfermedad, a través de la creación de áreas regionales de control, ARCO, que permitan el monitoreo del insecto vector de la HLB.
El alto impacto en el costo económico, social y ambiental que está generando el incremento de la enfermedad del Huanglongbing ya ha comenzado a tocar el bolsillo de los colombianos, quienes han sentido el aumento en los precios de los limones y otros cítricos. Las más afectadas son las familias de pequeños productores a quienes les han erradicado de manera abrupta su sustento de vida y una tradición cultural que por años ha pasado de generación en generación.
Está visto que ésta problemática no ha sido priorizada en la agenda nacional, por ello pedimos al Gobierno Nacional la declaración de urgencia manifiesta ante esta tragedia que necesita ser atendida de manera inmediata para que se protejan los cultivos citrícolas que aún no han sido afectados y se continúe con éxito la exportación de cítricos a países como Estados Unidos.