NO VAMOS A NEGOCIAR EL RESPETO A LA VIDA

domingo, 20 de enero de 2019 a las 06:06 AM Columnas

El lamentable y repudiable hecho terrorista ocurrido el pasado jueves en la Escuela de Cadetes de la Policía General Francisco de Paula Santander revivió entre los colombianos esos sentimientos de dolor, temor y zozobra que tristemente padecimos por muchos años.

No hay nada que justifique un atentado terrorista, el dolor ocasionado por el derramamiento de sangre de gente inocente en un país como el nuestro es inconmensurable, por eso este es el momento en el que debemos alejarnos de posiciones radicales para unirnos como país en contra del terrorismo. No debemos sucumbir ante la desesperanza que rodea este tipo de tragedias.

Desde siempre he sido un acérrimo defensor de la paz y de la necesidad de encontrar una salida diplomática y negociada a los conflictos internos que han macado la historia de nuestro país, ya que superar este tipo de situaciones permiten que los gobiernos se enfoquen en el desarrollo económico y social, obteniendo resultados palpables gracias a la ausencia de conflicto. Sin embargo, dos cosas que no podemos negociar son el respeto a la vida y la seguridad del Estado, que deben ser fortalecidos para garantizar la democracia, la institucionalidad y la protección de los ciudadanos.

En lo poco que se logró avanzar en los diálogos del proceso de paz con el Ejército de Liberación Nacional-ELN, no se percibió una voluntad real de abandonar las armas por parte de esta guerrilla y tampoco se dio cumplimiento a una de las condiciones fundamentales establecidas por el gobierno como lo fue la liberación de los secuestrados que aún mantienen en su poder. Esto sumado a las recientes acciones terroristas, han sido el acelerador de su salida a cualquier oportunidad diálogo.

Continuar con este dialogo estéril sería faltar el respeto a nuestro país y a las víctimas, no vamos a mostrarnos tolerantes frente a las acciones terroristas que reafirman la inexistencia de una voluntad sincera por parte del ELN para acordar una salida pacífica al conflicto armado. En este sentido, apoyamos la decisión del Presidente Ivan Duque de retirarse de la mesa de negociación y de levantar la suspensión de las órdenes de captura a los 10 miembros de este grupo que integraban la delegación en Cuba.

No podemos permitir que la violencia despiadada vuelva a llenarnos de luto, los colombianos debemos mantenernos unidos, rodeando al Gobierno Nacional y a la Fuerza Pública en esta lucha que el terrorismo no nos va a ganar. Las marchas que se realizaron ayer en las diferentes ciudades son un ejemplo de la unidad que como colombianos debemos seguir manteniendo independientemente de las posturas políticas para rechazar todo tipo de acto violento en nuestro país.

En este sentido, como sociedad no podemos permitir que actos tan viles nos atemoricen y nos hagan dudar sobre la necesidad y efectividad de una salida negociada al conflicto, aunque antes se deban tomar medidas tajantes para llegar a ese punto. Finalmente, reitero mi solidaridad con las víctimas y sus familiares, nos duele que esta injusticia haya tocado sus vidas dejando huellas imborrables.