COLUMNA LA REPÚBLICA

sábado, 23 de abril de 2022 a las 07:00 AM Publicación

En la agenda de las renovables en Colombia, se está empezando a escribir un nuevo capítulo protagonizado por la energía eólica costa afuera (‘offshore’). Una tecnología que además de proyectar enormes oportunidades para la incipiente industria nacional, por su alta eficacia, está destinada a jugar un papel clave en el cumplimiento de los objetivos climáticos y de descarbonización.

Treinta años después de que se instalara el primer parque eólico marino del mundo en Dinamarca, Colombia comienza a dar los primeros pasos para la incorporación de la industria eólica offshore. Pareciera un poco tarde, pero no hay mejor momento que este, en el que país transita hacia la transición energética, para abrirle la puerta a los proyectos eólicos marinos, que han alcanzado un punto de madurez en su despliegue mundial.

Los datos del informe Global Offshore Wind Report 2021, dan cuenta del buen momento por el que pasa el sector a nivel internacional, con más de 15 GW de nueva capacidad eólica instalada en mares y océanos, se logró triplicar el hito de 2020, alcanzando a finales de 2021 un crecimiento de 48,2%. Esta expansión global de los parques eólicos marinos va en concordancia a sus beneficios como la producción entre un 30% y 50% más de energía eléctrica que los parques eólicos en tierra.

Aunque la matriz energética de Colombia es considerada la sexta más limpia del mundo, por su alta vulnerabilidad ante fenómenos climáticos requiere de una modernización profunda que incluya el desarrollo de nuevas tecnologías en las que se incorporen distintas fuentes de generación. Así las cosas, aprovechar el potencial de nuestros recursos naturales, entre ellos los vientos, mares y océanos, será determinante para lograr una verdadera transición energética.

El pasado cinco de abril, el Ministerio de Minas y Energía publicó la hoja de ruta definitiva de energía eólica costa afuera en Colombia, un documento que contó con el apoyo del Banco Mundial y del gobierno británico a través de la consultora británica Renewables Consulting Group., en el que se detalla el potencial que tiene el país para el desarrollo de iniciativas eólicas en el mar y, entre otras cosas, se brindan recomendaciones en términos de formulación de políticas, planificación y desarrollo de proyectos financiables, que se deben seguir para la integración de esta tecnología al sistema interconectado. En el documento se estima que Colombia tiene un potencial de 50 gigavatios (GW) con los proyectos eólicos costa afuera, que podrían traer inversiones importantes al país del orden de US$27 billones, apalancar diferentes eslabones de la cadena de suministro e impulsar el desarrollo portuario. También, se establece que en la Costa Caribe hay una velocidad del viento, calificada como de talla mundial, que supera el promedio global, ya que se alcanzan valores de 13 m/s, asimismo proyecta los posibles escenarios de despliegue.

A pesar del panorama alentador que brinda en el documento oficial, no hay que perder de vista los grandes retos que supone la integración de la energía eólica marina en nuestra matriz energética. Entre ellos, las líneas de transmisión, la financiación de los proyectos, la competitividad de precios, los trámites de licencia ambiental y la asignación de áreas.

Publicado en: La República