UN DRAGADO QUE VAYA DEL ANUNCIO A LA ACCIÓN

miércoles, 29 de octubre de 2025 a las 07:00 AM Columnas

El dragado del canal de acceso ha sido y sigue siendo un gran dolor de cabeza para la dirigencia barranquillera porque siempre ha dependido de las decisiones de inversión que se adoptan en Bogotá. En los últimos días, la preocupación por los retrasos en la nueva asignación de los recursos para garantizar la continuidad del dragado en 2026, mantuvo al gremio en vilo, a la espera de una pronta respuesta por parte del ejecutivo, que alejara los fantasmas de la improvisación que han afectado históricamente al canal navegable.

Está más que demostrado que, ante la naturaleza cambiante del río Magdalena, siempre hay que permanecer alertas y atentos para evitar que la sedimentación alcance niveles críticos y afecte el movimiento de carga que va y viene desde y hacia Barranquilla. Por lo tanto, la permanencia de una draga es indispensable para garantizar la continuidad de una operación portuaria sin restricciones. Las cifras récord alcanzadas en el 2024, con la movilización de 13,44 millones de toneladas de carga y la estabilización del río con un dragado superior a los 10 metros, dan cuenta del buen momento que vive el puerto tras una actuación planificada.

Finalmente, la esperada noticia llegó con la visita de la ministra de Transporte, María Fernanda Rojas, este lunes a Barranquilla, quien honrando su palabra anunció una inversión de $116.257 millones para el dragado del canal de acceso al puerto. Aunque esta asignación presupuestal es un respiro que demuestra voluntad política y reconocimiento a la importancia estratégica del puerto para el comercio nacional, no podemos olvidar que los problemas de navegabilidad del acceso al Puerto de Barranquilla han estado asociados, en gran medida, a la ausencia de una política técnica, financiera y administrativa estable, lo que ha derivado en sucesivos procesos de contratación reactivos y lentos.

Esperamos que la asignación de los recursos no continúe sujeta a la temporalidad de la burocracia y que se priorice su gestión en los plazos establecidos para evitar que se suspenda el dragado, más que necesario en esta temporada de fuertes lluvias. Hay que evitar que se repita la historia del año pasado, cuando los retrasos en la adjudicación del contrato dejaron al puerto al borde de una emergencia. Se requiere la ejecución de un proceso ágil, transparente y con responsabilidad técnica que responda a las necesidades del canal.

Lo que está en juego, además de la operatividad del puerto, es la credibilidad institucional del Estado y su capacidad para garantizar la supervivencia operativa del puerto de Barranquilla. Es así que el anuncio de la ministra de Transporte debe traducirse en acción inmediata.

Después de tantos años, por fin estamos mirando al desarrollo y aprovechamiento del río, no podemos permitir que el puerto vuelva a presentar los viejos problemas de navegabilidad en el canal de acceso, en el que la mitad del año funciona y la otra mitad está en crisis. Tenemos en Barranquilla un puerto que debe funcionar de manera óptima y permanente para que se aproveche todo su potencial y se convierta en un foco de desarrollo para la ciudad, compensando los años de retraso ocasionados por la falta de respuestas contundentes a esta problemática que lleva años afectándonos.